martes, 1 de octubre de 2013

EPOC - LA BÚSQUEDA DEL MEJOR MEDICAMENTO

Este es un avance del tercer libro!

Foto © Martín Hardoy
Este es el caso de un caballo tordillo de 18 años, macho, castrado. Lo fui a ver porque la dueña estaba muy preocupada pues el caballo sufría de tos crónica por asma. Estaba en tratamiento convencional, pero el caballo cada vez empeoraba más.

En la primera consulta no obtuve muchos datos pues la dueña, una joven adolescente, no creía en esta terapia, por lo que no hubo mucha interacción. Más bien era con su madre lo que podía interactuar y conseguir detalles de la historia del caballo.

Era notable la falta de alineación en la columna, sobre todo en la región lumbo – sacra, donde presentaba dolor y en las últimas vértebras torácicas que se observaban rotadas y como levantadas, provocando seguramente dificultades en el funcionamiento de la región abdominal caudal. Lo habían infiltrado con cierta frecuencia por el dolor lumbo-sacro, la última vez había sido hacía seis meses.
Lo más característico era la modalidad de agravación:
                        Empeora cuando el tiempo cambia a frío y húmedo.

Tomó Dulcamara Mil
Larch / Oak / Chesnut Bud

Solanum Dulcamara o “dulce amarga” enredadera de la familia de las solanaceas. La indicación guía para su uso homeopático está en esta modalidad.
Las características del sistema respiratorio de Dulcamara son de opresión, con catarro y ronquera y tos con expectoración de sangre roja brillante. Como todas las solanáceas tiene una particular afinidad por la esfera mental-emocional y respiratoria.
Las dueñas llamaron por teléfono a la semana, comentando que está muy bien, si medicación alopática, trabajando con ganas. Saltó 1,40 metros. Les llamó mucho la atención la liberación de gases, que expresaron que había sido como: “una bomba”.
Esta descripción me hizo pensar que tal vez más que el trastorno respiratorio podría ser consecuencia de acumulación de gases, que presionaban sobre el diafragma, y que junto con la desviación de la vértebra torácica 13, que impedía una inervación fluida de la región, daban por resultado un cuadro de asma.
Cuando los dueños no conocen la homeopatía o no han tenido experiencia tratando a sus animales con esta medicina, es posible que en la primera consulta solo se obtengan muy pocos datos, pero que a medida que se familiarizan con esta técnica, comienzan a dar más detalles acerca de la manera de ser y obrar del animal. A medida que ven que el animal mejora, van tomando confianza y se van animando a describir situaciones que tal vez les da vergüenza por ser más bien del área sensible y por no estar acostumbrados a ser escuchado de un modo más perceptivo.
Al mes de la primera consulta, volví a verlo. Se lo veía muy bien. Hacía más calor que el esperado para abril en este hemisferio. Solía toser cuando no trabajaba, posiblemente por estar más tiempo encerrado en el box con viruta o aserrín.

Hacía tiempo que no salía al campo por la tos persistente. En el último mes volvió a salir con otros caballos y según su amazona, salía muy contento e incluso corcoveaba tan fuerte que sorprendió a todos. Seguía teniendo la grupa muy rígida, entonces para ayudar a relajar esa grupa, ese día le hice un trabajo de flexión con sogas como se ve en estas fotos. Es un estímulo para que el caballo gire con las manos quietas y cruce sus miembros posteriores al mismo tiempo que se flexiona hacia el lado de la persona y el ejercicio se completa haciendo flexionar al caballo al revés, primero yendo con la cabeza hacia la flexión y acompañando luego con todo el cuerpo hacia donde está la persona con la soga.



Cuando hizo este ejercicio, tosió varias veces, claro que lo iba a hacer si su columna fue exigida. A la semana de esta visita, tuvo síntomas de hinchazón en los cuatro miembros, durante días demasiado calurosos para la época. Orinaba más que de costumbre, una orina turbia y eliminaba muchos gases mientras caminaba.
Volvió a tomar Dulcamara 200, una potencia más baja que la primera. Se deshincharon los miembros anteriores pero siguió hinchado hasta los garrones en los miembros posteriores.
Aunque de ánimo estaba muy bien e incluso saltó muy bien, sobre todo después de un masaje.
Los homeópatas estamos atentos a estas situaciones para discriminar si este tipo de sintomatología es la llamada agravación homeopática,  la angustia de todo homeópata. En estos casos es difícil de determinar cuando es o no es, porque este caballo había sido muy medicado, por lo que seguramente tenía síntomas secundarios producidos por los corticoides, el clenbuterol y los antihistamínicos. Recordar también que lo infiltraban probablemente todos los años.
Entonces, ¿Cómo hacer?
Una técnica que me es útil, en estos casos en los cuales no hay peligro de pérdida de vida del animal, es averiguar un poco más sobre los dueños. Para ver cuanto tiempo hay, si la urgencia es del dueño o del caballo. Que sorpresa me llevé cuando hablando con la amazona, que como comenté, era jovencita, me comentó que había tenido hacía muchos años, un caballo que fue muy querido por ella y que se había muerto de asma!.
Así fue que traté de hacerle entender que esa carga que el caballo tenía por el pasado de ella, no estaba ayudando. De este modo, también me calmé por entender toda la angustia que había en la situación.
Y esto me dio más claridad, porque el caballo volvía a tener los garrones hinchados y calientes. Y decidí cambiar el medicamento por Carbo Vegetabilis 200 otro medicamento de origen vegetal.
Esta vez manifestó un poco de dolor en el ciego cuando trabajé en la región abdominal izquierda, entre costilla y costilla.
Trabajo entre las costillas - Fotos © Martín Hardoy

Trabajo en la fascia abdominal - Fotos © Martín Hardoy

Elongación de la columna - Fotos © Martín Hardoy

Trabajo vertebral - Fotos © Martín Hardoy
 La charla con la dueña me convenció más de lo que voy observando en los animales y sus dolencias. Ellos cargan los dolores y dificultades de sus dueños, y muchas veces cuando los dueños no pueden observar esto, se produce un obstáculo a la curación. Siempre que puedo hablar con los dueños y trabajar este aspecto, la situación se hace mas fluida. En aquellos días, me iba de viaje bastante lejos, por lo que me fui en contacto con este caballo, su dueña y la situación en sí. La sorpresa fue cuando estando en España, levantando los correos, abrí uno que decía: buenas noticias desde Argentina. Y fue que este noble caballo tordillo, de 18 años, había competido en una prueba muy exigente para él, en un día de lluvia y con barro, en el cual la mitad de los competidores fueron eliminados, y él ganó. Que suerte que existen dueños de animales que se acuerdan de los veterinarios también para compartir la alegría.
Mi alegría fue que ganó estando bien. Sin ninguna “cosita” o “agregado” para “que ande mejor”. Ganó con su potencia y su amazona en el mejor estado que él podía tener. Fair play.
Lo seguí tratando durante dos años más, hasta que fue de más de 20 años y lo liberaron en el campo a su merecido descanso.
Siempre fue un gusto atenderlo, era como un maestro caballo. Seguro, tranquilo, colaborador. Durante todo el tratamiento continué trabajando en su lomo, la torácica 13 fue mejorando en su alineación, fue alongando la región, hecho que se expresaba luego en el galope que se hacía más fluido, sobre todo en su pata izquierda.
El primer año del tratamiento, estaba “ganoso”. Fuerte. A los tres meses de la toma de Carbo Vegetabilis 200, esta vez sí hizo una exoneración. La hizo en la cruz, es decir, primeras vértebras torácicas, donde tuvo rainscald. Como se observa tantas veces en la homeopatía. A través de la piel, eliminó la enfermedad, tanto los síntomas respiratorios como digestivos. La única indicación para esta lesión fue: lavados con agua y jabón blanco. Otra exoneración se produjo al mes siguiente, cuando perdió todo el pelo, incluso antes de la muda normal de primavera. Cambió el pelo seco, áspero y grisáceo, por un pelo, bien blanco y brillante.
A medida que el tratamiento iba produciendo los cambios para bien, el caballo dejaba de reaccionar curvando la columna cada vez que lo montaban.
Agregué Vitaminas A y C como protectoras de las membranas pulmonares y ajo y anís como expectorantes y estimulantes de la expulsión de esporas, polen y otras sustancias de la suciedad.
A veces me llamaban cuando lo notaban cansado. Con su masaje y una toma de Carbo Veg 30 o 200, mejoraba rápidamente. Por supuesto, con el cuidado de hacer un entrenamiento más suave en caso que éste fuera fuerte.
Una de las maneras que controlaba la salud de este caballo, eran los melanomas que tenía en la cola. Estos melanomas son típicos de los caballos tordillos. A veces crecen y luego quedan detenidos. En este caso, allí estaban, sin aumentar de tamaño ni de cantidad.  Al año siguiente tuvo dolor en la pata izquierda por inflamación del tendón extensor. Aparentemente la amazona se apoyaba más del lado izquierdo, provocando un esfuerzo mayor del caballo con esa pata. Por esta razón, los jinetes y amazonas deberían trabajar en técnicas corporales enfocadas a mejorar el asiento y balance para evitar lastimar a sus caballos.
Había reaparecido un poco de tos seca. Tuvo mucosidad amarilla.  Con una toma de Carbo Vegetabilis 200 mejoró rápidamente. Al mismo tiempo reforzamos los músculos glúteos con vitamina B1B6B12.  Había un pequeño desgarro en el glúteo medio, habían pasado un año deportivo muy bueno pero también muy exigido para un caballo de 20 años o más.
Al año volví a verlo luego de haber recibido una vacuna contra influenza. Tenía los miembros posteriores fríos, comía bosta. Lo demás estaba bastante bien. Esta vez tomó Carbo Vegetabilis Mil.

Repertorización



Síntomas generales
Nomas

Tiempo caluroso y húmedo
CARBO VEG

Modalidad
Trastornos por cambio de tiempo

Coldness
Moco amarillo
Calor agrava

Estuve en contacto con él varios años y se lo veía muy bien, entrando en sus 22 años con salud y buen espíritu.
Anahí Zlotnik Veterinaria – MP 4746

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